NUESTRA HISTORIA
NOS IMPULSA
En el año 1956, Remigio Menara, albañil italiano, eligió Rafaela para radicarse y formar su familia, porque “allí había mucho trabajo” según él mismo contara una vez. Aquí inició su pequeña empresa unipersonal en su bicicleta donde llevaba herramientas y su cuaderno para administrarse, y con ella, el primer paso de lo que hoy es Menara Construcciones S.A..
Unos años después casi sin proponérselo empezó a vender materiales que acopiaba para sus propias obras. Es así que en el año 1977 comenzó a funcionar el Corralón de Menara, ubicado en calle Lavalle 835, en el mismo obrador lindero a su casa, que comercializaba cemento, arena, piedra, hierro y ladrillos cerámicos y de a poco fue anexando más productos hasta cubrir la totalidad de los rubros.
En 1992, nace “Menara Sanitarios” que permaneció en la antigua esquina de Lavalle y Uruguay, y trasladó el resto de la venta de materiales de construcción al barrio Italia donde actualmente funciona.
Su origen gringo y de albañil, le permitieron interpretar a la gente de la zona y constructores, y pudo transmitir a quienes trabajaban con él, su sentido de la responsabilidad e integridad indispensables para crecer en forma sostenible y sana.
Menara, es hoy sinónimo de solidez técnica constructiva y símbolo de confianza. Ha logrado constituirse en un referente moderno de innovación, calidad y profesionalismo. Siendo el primer corralón en Certificar Normas de calidad ISO en Hormigón Elaborado, liderando los cambios en técnicas de transporte y comercialización, participa activamente de la vida institucional de su ciudad y la región.
En el año 2010, nuevamente el crecimiento sostenido ha vuelto a generar la necesidad de escindir la venta de acero para construcción e industria, dando nacimiento a Acerma S.A. que es hoy referente nacional, estando entre los centros siderúrgicos más importantes de Argentina.
Hoy ese progreso se sigue afianzando, transformándose conforme los nuevos tiempos lo requieren, con nuevos productos y nuevas formas de comercializar, con presencia mayorista regional.
Este apellido gringo, se ha constituido en nuestra marca registrada regional, por esos valores simples y trascendentes que seguirán generando emprendimientos y proyectos. Preserva siempre la esencia familiar fundacional, aquella que empezó a plasmarse desde la bicicleta, el cuaderno y el balde de albañil de Don Remigio Menara, hace más de 40 años, y que hoy inspira a quienes lo continuamos.